lunes, 30 de noviembre de 2009

objetivos de un consumidor

Todos y todas consumimos bienes y productos. El consumo es una realidad cotidiana en la que nos hayamos inmersos. Para no vernos arrastrados a seguir acríticamente la moda o mecánicamente los dictados de la publicidad hemos de aprender a reflexionar sobre el consumo y lo que consumimos, y a generar instrumentos para elegir, de acuerdo con nuestros intereses, y razonar acerca de nuestros deseos y posibilidades.




A partir de esta base, nos proponemos alcanzar los siguientes objetivos o metas que habrán de servirnos, asimismo, como guías de nuestra acción a la hora de llevar a cabo proyectos formativos de educar para el consumo.



1. Definir con rigor conceptos básicos de la educación para el consumo como: consumo, consumismo, consumerismo, mercado,...



2. Dar a conocer los aspectos esenciales de la legislación sobre el consumo: Constitución, Ley General de Consumidores y Usuarios, etc.



3. Denunciar los mecanismos de manipulación y advertir sobre los riesgos de la publicidad engañosa.



4. Sensibilizar a los padres y madres sobre sus derechos como consumidores y usuarios, la necesidad de defenderlos y la importanciade denunciar las irregularidades.



5. Tomar conciencia de que en la educación para el consumo han de implicarse Administraciones Públicas, Familia, Escuela, Asociaciones Consumeristas, etc.



6. Diseñar estrategias para introducir actividades de educación para el consumo en la P.G.A. (Programación General Anual).



7. Apoyar como padres y madres las experiencias de educar para el consumo mediante actividades eminentemente prácticas como talleres y visitas.



8. Impulsar la organización de actividades que vincule la educación para el consumo con las fiestas que se celebren en el Centro: Navidad, fin de curso, Días D, etc.



9. Vincular la educación para el consumo a otros ejes transversales con los que se relaciona e interactúa como: educación para la salud, educación medioambiental, educación no sexista, etc.



10. Asumir individual y colectivamente que hemos de superar la denominada» cultura del despilfarro» e instalarnos en la «cultura de la austeridad».



11. Potenciar el valor de la educación para el consumo para lograr un cambio de hábitos y actitudes que contribuyan a un desarrollo personal equilibrado y maduro.



12. Establecer los mecanismos más adecuados para incorporar las líneas estratégicas básicas de la educación para el consumo a la formación activa de Padres y Madres y a las Escuelas de Padres y Madres.



13. Propiciar que los representantes de las O.N.G.s y de las Asociaciones consumeristas intervengan en las actividades organizadas por el Centro a fin de conectar el Centro con el tejido asociativo de su entorno.



14. Relacionar la educación para el consumo y los valores consumeristas a la calidad de vida y a la defensa de las condiciones medioambientales

domingo, 15 de noviembre de 2009

¿Que es el consumo responsable?

Las manifestaciones de la crisis social y medioambiental en todo el planeta son cada vez más visibles: todos los días encontramos ejemplos a nuestro alrededor o en los medios de comunicación del injusto reparto de la riqueza y el consiguiente aumento de la pobreza o de los efectos que el actual desarrollo insostenible tiene para la naturaleza. Serían innumerables los ejemplos, desde los fenómenos migratorios, hasta la deforestación o desertización, pasando por la explotación laboral (sobre todo de mujeres y niños) o el efecto invernadero.






Vivimos en una sociedad que favorece el consumismo, nos hemos convertido en la generación de usar y tirar. La publicidad nos bombardea con anuncios cuyo objetivo no es nuestro bienestar, sino hacernos engranajes de un sistema que reduce a las personas al papel de meros consumidores sumisos. Este modelo económico de producción y consumo tiende cada vez más a su agotamiento. Es impensable hacer frente a los problemas ecológicos y sociales que nos afectan sin detener la complicada maquinaria y estructuras que los producen: el neoliberalismo.



Como consumidores, último eslabón del sistema económico, tenemos una responsabilidad, pero también tenemos un poder, aunque si bien es cierto que mucho menor en relación a la primera. Con nuestra forma de consumir podemos influir en la marcha de la economía y del mundo de una forma directa. Un consumo consciente y responsable, orientado al fomento de actividades satisfactorias para la naturaleza y las personas es una gran contribución y un decisivo instrumento de presión frente al mercado.

martes, 3 de noviembre de 2009

Los jóvenes y el consumo responsable

Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com


19/11/2007

Un año más, Educaweb.com ha preparado un monográfico específico sobre Consumo Responsable que coincide con la época del año en la que se realizan más compras. En publicaciones anteriores recopilamos mucha información sobre proyectos didácticos, decálogos de buenas prácticas, información útil para el consumidor, etc. por eso, en esta ocasión hemos querido favorecer la reflexión sobre el consumo responsable, especialmente sobre las actividades que se diseñan para fomentarlo y la coherencia entre estas actividades y las acciones que realizamos los ciudadanos, empresas, instituciones, etc. en realidad.



Para poder analizar toda la información contenida en el monográfico, este reportaje tiene como objetivo situar al lector y aportar información básica sobre hábitos de consumo y consumo responsable.



Hábitos de consumo



Durante las navidades de 2007, se prevé que cada español gastará una media de 951 euros, lo que supone un incremento del 5,1%, respecto al año 2006, según el estudio La tradición de las fiestas en una Europa cada vez más unida, realizado por Deloitte.



Si nos fijamos en los hábitos de consumo de los jóvenes, según un estudio de Instituto DEP realizado en Cataluña para l'Institut Català de Consum, el 72,4% de los adolescentes afirman que les gusta mucho o bastante comprarse objetos para ellos mismos. Estos datos indican que, aunque los jóvenes prefieren realizar otras actividades lúdicas durante su tiempo de ocio (deporte, salir con los amigos, música, etc.), el consumo se ha convertido en una actividad que les interesa y motiva.



Cuando los adolescentes tienen que realizar una compra, en primer lugar se fijan en el precio del producto (30,8%), seguido de cerca por las características estéticas o el diseño del producto (25,6%) y sólo el 2,5% menciona que la compra sea útil o necesaria. De la misma forma, 7 de cada 10 jóvenes afirman que suelen comprar cosas que están de moda, aunque este hecho se da más entre las chicas (78,1%) que entre los chicos (62,7%).



Jóvenes y consumo responsable



El estudio de Instituto DEP también ha querido comprobar qué relación tienen los adolescentes con el consumo responsable. Cuando se les pregunta si realizan habitualmente 10 actitudes y comportamientos básicos de consumo responsable, nos encontramos con:



• Las actitudes y comportamientos más frecuentes:



1. Comparar diferentes precios

2. Fijar-se en la calidad

3. Entender el etiquetaje



• Las actitudes y comportamientos medianamente frecuentes:



4. Fijarse en la fecha de caducidad

5. Guardar el ticket de compra

6. Tener en cuenta las ventajas y desventajas



• Las actitudes y comportamientos menos frecuentes:



7. Valorar la duración del producto

8. Informarse de las características

9. Valorar la necesidad

10. Fijarse en el etiquetaje



Es importante destacar que un 48,5% de los adolescentes encuestados no conoce ningún organismo o entidad a la que dirigirse en caso de reclamación. El 44,5% se dirigiría al establecimiento donde ha comprado el artículo y sólo un 2,2% se dirigiría a la empresa productora.



Por último, el 55% de los adolescentes encuestados afirma haber escuchado hablar sobre medidas de consumo responsable y un 53,3% de los encuestados afirma que le gustaría recibir más información sobre las actitudes y comportamientos que forman parte del consumo responsable.



Consumo responsable y agentes implicados



Resulta significativo que un 45% de los jóvenes no hayan oído hablar nunca de consumo responsable, especialmente si tenemos en cuenta el volumen de proyectos y actividades que se realizan en esta materia, tanto por parte de organismos públicos y privados como por parte de centros educativos, profesorado, empresas, etc.



Como ya hemos dicho en otro reportaje de Educaweb.com, las acciones, recomendaciones y actividades sobre consumo responsable siempre se enfocan al consumidor. Consumir de forma responsable implica valorar los productos que tienen en cuenta la justicia social, la ética y la solidaridad, y la protección del medio ambiente. Aunque no seamos conscientes de ello, cuando consumimos colaboramos en todos los procesos que hacen posible el objeto o servicio consumido; el consumo responsable consiste en valorar estas repercusiones en el momento de elegir un producto.



Pero, ¿de qué forma viven las empresas, instituciones, organizaciones, etc. el consumo responsable? ¿Asumen su responsabilidad en el proceso productivo? En este sentido, durante los últimos años han surgido iniciativas que se encargan de valorar los esfuerzos y responsabilidad de las empresas en materia de consumo responsable, ya que si los usuarios nos esforzamos en consumir de forma responsable, deberíamos poder saber si las empresas productoras valoran las condiciones técnicas, de medio ambiente, las condiciones sindicales y sociales, etc. a la hora de elaborar sus productos.



La respuesta a estas preguntas sólo la pueden dar organizaciones independientes de autogestión de la información, como la Ethical Consumer Research Association, ECRA, en Gran Bretaña o consultando a algunas de las asociaciones e instituciones que se dedican a promover el consumo responsable en España, como CRIC (Centre de Recerca i Informació en Consum) o la Red Andaluza de Consumo Responsable.